Existen factores que predisponen y causales de manchas en la piel de la cara: la genética, la exposición al sol, la luz visible demasiado intensa, el embarazo, las pastillas anticonceptivas, los cambios hormonales y cosméticos que irritan la piel.
Se da nombre de Melasma en dermatología a los manchas amarronadas amplias y difusas en la frente, nariz, mejillas y alrededor de la boca.
El tratamiento varía según la localización del pigmento en la piel. El melasma puede ser epidérmico (superficial), dérmico (profundo) o mixto, según la ubicación en profundidad donde se encuentre el pigmento. Cuanto más superficial esté, mejor responderá al tratamiento.
El dermatólogo te hará un tratamiento acorde a las características de tu piel (tipo de mancha, sensibilidad y coloración de la piel). El tratamiento para las manchas de la cara es mejor hacerlo en otoño e invierno ya que disminuye la intensidad de la radiación ultravioleta.
Debes usar protección solar o cremas hidratantes que contengan factor de protección no menor a 30, de amplio espectro (UV A y UV B) y con óxido de titanio u óxido de zinc que bloquean también la luz visible que oscurece las manchas.
Debes suspender el uso de cualquier maquillaje y cosmético hidratante o de limpieza que irrite ya que empeorará las manchas.
Existen distintos tipos de cremas aclarantes siendo las más efectivas de venta bajo receta.
Pudiendo estar compuesta por hidroquinona, tretinoína, ácido glicólico, ácido azelaico, ácido kókico, ácido mandélico y ácido fitico, que se indicaran teniendo en cuenta la tolerancia de tu piel.
El peeling químico puede ser utilizado para ayudar a aclararlas pero es recomendado sólo en pieles claras y en el contexto de un programa dermoaclarante. Los más utilizados son el ác. glicólico, mandélico, láctico y salicílico.
La luz pulsada intensa puede ser útil en los casos más rebeldes o como complemento del tratamiento. Se indica una sesión al mes y se realizan entre cuatro y cinco sesiones.
Los lentigos solares son manchas marrones pequeñas que aparecen en dorso de manos y en el rostro debido a la exposición solar acumulada a lo largo de los años. También se tratan en otoño e invierno con ciertas topicaciones o con algunas sesiones de láser o luz pulsada.